47, Responsabilidad

Confío en el interés de sanar del médico,
pero no obedezco a la medicina.
Me interesa el conocimiento del investigador,
pero no abdico en la ciencia.
Me apoyo en el consejo del psicólogo,
pero no le entrego mi vida a la psicología.
Me inspira la espiritualidad del monje,
pero no me humillo ante sus textos sacros.
Me conmueve la sensibilidad del poeta,
pero no le entrego mi percepción.
Participo de lo místico y lo esotérico,
pero no abandono la acción mundana.
Estudio a quienes vivieron antes que yo,
pero no me abandono al tradicionalismo.
Confío en la palabra amistosa,
pero no abandono el sentido crítico.
Lucho por lo aquello en lo creo,
pero lo que creo no es inamovible.

Porque la responsabilidad de mi vida y actos
es exclusivamente mía
y a nadie o nada puedo culpar
de mis errores y mis aciertos,
en ocasiones, ni si quiera a mi mismo.

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