58, Felicidad
Quien desconoce la felicidad
confunde a ésta con el bienestar.
Tener esta confusión
empuja a buscar permanecer siempre
gozoso,
permanecer gozoso implica imponerse un
estado,
para imponerse un estado se necesitan
ideales
obsesionarse con ideales destierra la
claridad de visión.
Vivir obligado al placer trae doble
sufrimiento
ya que evitar el dolor produce
sufrimiento
y encontrarlo también lo produce por
el hecho de tenerlo.
Crear ideales férreos sobre lo correcto
y el disfrute
es ponerlos por delante de los hechos
es distraerse de la vida y obrar
perjudicando.
Quien tiene este modo de vida
nunca dejará de cosechar y provocar
malestares
por buscar en exceso el placer y una
coherencia sesgada.
La felicidad es como abrazar
amorosamente el dolor,
vivir en el gozo el tiempo justo que
dure
y dejar que las cosas se ordenen por si
misma
obrando solo en el momento adecuado.
Quien se encuentra en la felicidad no
teme al dolor
pues lo tiene por maestro
y sus espinas se clavan justo donde
deben.
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