Bientratar no está de más, asín que vamos a enlistar. Parte 2

En esta segunda parte vamos a darle un poquito de giro al asunto. Si se detectan las conductas pueden trabajarse, pero muchas veces no contamos con una alternativa a lo que veníamos haciendo toda la vida. Como construir es más largo que indicar y señalar, voy a separar los 11 puntos en varias publicaciones, o si no me va a quedar esto mu jartible y largo. Esto son solo algunas ideas, cada cual es un mundo y en la interacción con cada persona tiene que encontrar el modo en el que las dos partes se encuentren cómodas y de acuerdo, aunque cueste algo de trabajo al principio. Vamos hoy a desarrollar los puntos 1 y 2.

  1. Tienes problemas para prestarle atención a una persona o a las personas en general. Este punto puede ser con diferencia el más complejo de todos los de la lista y voy a cometer el crimen de abreviar y simplificar. La cantidad de elementos que te pueden estar distrayendo son larguísimos, así que enumerarlos todos no tiene demasiada utilidad si no queremos hacer un monográfico. Podríamos categorizarlos en tres grupos: rasgos inherentes, condiciones circunstanciales y conflictos en la relación. Cada una de las tres parte de una base distinta, pero igualmente llevan al diálogo como la forma de resolución.

    La primera categoría incluiría cuestiones congénitas y fuertemente identitarias de la persona, en las que habría que lograr un equilibrio entre tus necesidades y la de la otra de una forma muy delicada e incluso paciente. Estos son rasgos personales cuya modificación no es nada sencilla y en algunos casos, ni si quiera posible o recomendable. Por ejemplo, no es razonable intentar atender a algo si tienes problemas de base biológica con la intensidad lumínica y te está pegando el Sol de agosto en la cara, pero si te pones a la sombra, esperas a una hora mejor y/o te pones unas gafas de sol, posiblemente la atención sea más posible y satisfactoria. Si tienes un problema de profundo calado que es necesario cambiar, está en tu mano pararte a ver la fuente de tu permanente inquietud, y una vez descubierta, trabajarla, como en las otras dos categorías. Y recuerda nadie está sole, siempre puedes encontrar una vía.

    En la segunda, pondríamos algo puntual que nos descentra, que puede ser desde una pelea con alguien, no estar durmiendo bien a tener la varicela. Estos eventos, relativamente puntuales, pueden alterar las cosas bastante y tener un gran peso, además de que elementos de esta categoría pueden terminar entrando en la primera si no se vigilan y abordan a tiempo. Obsesionarnos con una cuestión puntual, dándole mil vueltas y sin intentar resolverlo es la mejor forma de cargar toda la vida con algo que se podría haber resuelto fácilmente. Es un camino corto y seguro para quedarse con un problema que nos joda para siempre, incluso si no era la base profunda de nuestro malestar. Si algo así nos está pasando y nos secuestra el vivir, puede recibir un giro y pasar de ser un problema a una forma de establecer un vínculo potente con las personas que nos importan. Pero para ello sería necesario hacerlo desde el interés de comprenderse y la honestidad, porque fácilmente podríamos terminar victimizándonos y usar a estas personas como válvulas para expulsar cierto grado de tensión de forma cíclica en lugar de como vía para salir verdaderamente de lo que nos daña y distrae. Estos problemas personales pueden resultan un auténtico secuestro a todos los niveles y es posible que también necesitemos un tiempo de prudencia, silencio y reflexión para que no nos arrastren y desborden. Depositar el tiempo en cosas que no interesen realmente y despejar la mente en lugar de forzarnos a tratar con las personas nos puede ayudar a hacerlo mucho mejor cuando estemos con ellas.

    La tercera categoría incluiría problemas que tenemos de forma directa con la persona con la que tratamos. Aquí tenemos dos vías, valorar si la persona nos merece el tiempo y nos interesa de un modo genuino o no. Si no nos lo merece y/o no nos interesa, lo mejor que podemos hacer es dejar de hacernos perder el tiempo mutuamente y depositar nuestra energía en reenfocarnos en otras cosas. Dejar clara la situación de desinterés, incluido el motivo de la separación con la persona es una buena base para salir de una relación. Si se da el caso de que la persona nos interesa, igualmente es importante dejar las cosas claras, pero es importante poner en firme desde un principio que problema es el que tenemos con la ésta para poderlo resolver. Ayuda que haya una sinceridad completa y un mensaje claro mucho más que un sandwich de cortesía e intenciones confusas, que puede, de hecho, empeorar muchísimo las cosas. Si nos interesa de forma profunda, es más que recomendable dedicar un espacio y tiempo de calidad y adecuado al momento de la charla con la persona. Es muy importante que la frustración, sea en forma de contundencia o ausencia, no te controle o harás un daño que no querías hacer y que después te hará mochila. Todes hemos vivido ahí mucho tiempo y es un barrio al que de vez en cuando nos mudamos por muy cósmicas que seamos.

  2. No sabes como implicarte en el gusto de otra persona. Para participar de los intereses de otra persona no hace falta tener la misma pasión por lo que sea que ésta tiene, solo darle caudal y disfrutarlo, sea por lograr encontrar algo común o por el gozo de la otra persona. De hecho, se puede compartir el interés por algo y sin embargo no lograr establecer la comunicación satisfactoriamente porque se hace desde perspectivas divergentes. Para lograr subirse a esta pasión sería bueno ver que nos puede interesar realmente de lo que hace. Si alguien le pusiese un gran interés a la costura y su mundo, aunque a nosotres ni pli, si nos gusta la antropología, podríamos ver documentales de ropas en los pueblos del mundo. Si nos gustan las cosas de Japón, igualmente se podría estudiar sus artes textiles como algo común. Aquí las posibilidades son más amplias de lo que llegamos a pensar en un principio.


En la próxima parte de estas publicaciones seguiré con los siguientes puntos, que iré agrupando según lo larga que vea que va a quedar la publicación. Que paséis un buen día y mucho ánimo con lo que a cada une le toca.


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