57, Paradojas
Un agravio es la puerta para el perdón,
el dolor permite la aparición de la
fortaleza,
sin frustración no puede desarrollarse
la paciencia,
si no surge la rabia no se ejercita el
autocontrol,
sin caprichos no se distingue lo
necesario de lo superfluo,
sin errores no se aprenden mejores
métodos...
Por eso aquello que es dañino
puede ser el mejor maestro,
quien más nos provoca
quien más nos enseñe
y nuestros defectos
la base para nuestras virtudes.
No se puede fabricar una moneda
que solo tenga una cara
por bueno que sea el artesano
¿No es mejor asumir el estado natural
y tomar "bueno" y "malo"
como estados de la misma cosa?
De todo lo grande y admirable
nada puede haber sin antes ser semilla.
Nada es perfecto y ni se hace pleno al
nacer
pero quien quiere alcanzar pronto esta
meta
obtendrá una maduración temprana
y decaerá antes del fin natural de sus
días.
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