Obras nuevas
Puñalá de pena,
de ruina y tinieblas,
ceguera que amputa,
que hunde y que quiebra
¿Qué mala palabra me dio esta sentencia?
¿Cuándo elegí arrastrarme por la misma senda?
Cuchillos de mimos
que dejan las carne como flores abiertas.
Promesas de aire
que fueron humo y nunca certeza.
Intereses fingidos,
intenciones tan bellas,
delirios de romance y grandeza
que no más eran el sueño de una quimera.
¿Porqué, porqué, porqué?
Grita lo que antes fuera pradera,
ahora impotente un desierto
sin el caudal que lo llena.
Pero la vida siempre sigue,
que potencia mayor que la de la Naturaleza.
Quien se dobla vive,
quien se envara se quiebra.
Sabe quien busca
que hay agua si se busca hasta en las piedras,
que las mismas se ablandan
cuando las lagrimas suficientes las anegan.
Que se ahogue la pena en la pena,
que termine ya el drama
y se descorran las cortinas en la escena,
que se lancen las rosas
y que cada actor recoja de su libreto la recompensa.
Empieza otra obra
y el polvo, porque no le dejan, no se asienta.
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